Como si fuera ayer aún
recordamos sus palabras, su risa y su irreverencia, un hombre que no le
importaba el qué dirán, que tenía la valentía para hablar sin tapujos ante las
cámaras y sobretodo hacernos reflexionar acerca de nuestra situación social y
política.
Programas como ¡Quac! El
noticero y Zoociedad programas que reflejaban la realidad colombiana con un
toque de humor y sarcasmo, personajes como Émerson de Francisco, Godofredo
Cínico Caspa, Nestor Elí,
Dioselina y quizá el más recordado Heriberto de la Calle, un embolador simpático,
burlesco y grosero que lustraba los zapatos de sus invitados mientras
conversaba y les indagaba acerca de sus vidas y la actualidad del país.
También sería Alcalde Menor
de la localidad de Sumapaz y activista por la paz, por lo que sería mediador
para la liberación de secuestrados por la guerrilla, lo que le generó varias
acusaciones de tener supuestos vínculos con las FARC.
Trabajó también en Radionet,
emisora que transmitía noticias las 24 horas, hacia donde precisamente se
dirigía una mañana del 13 de agosto de 1.999 y unos asesinos cegaron su vida.
Y hasta el día de hoy no se
esclarece quienes fueron los autores de este hecho, el único acusado como autor
intelectual es Carlos Castaño ya fallecido y quién fuera jefe de las
Autodefensas, otro crimen que ha quedado en la impunidad en una estructura
judicial que definitivamente deja mucho que desear.
Lo cierto es que en la
actualidad se recuerda y extraña bastante a un personaje que puso a los
colombianos a pensar y reflexionar sobre el accionar de sus dirigentes, una
persona que promovía la paz y que tenía la esperanza de un mejor mañana para
Colombia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario