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Cuando supe de la
muerte de los 4 secuestrados a manos de las Farc solo sentí dolor y un profundo
sentimiento. La muerte de 3 policías y un soldado a manos de las Farc solo se
puede catalogar como un acto cobarde y siniestro. Es evidente que la muerte de
los secuestrados surge como respuesta a la intensa persecución de la fuerza pública a esta organización terrorista. Los hombres
de la fuerza pública fusilados por las FARC fueron el sargento José Libio Martínez, que llevaba
más de 13 años secuestrado, el mayor Elkin Hernández Rivas, plagiado desde
1998, el coronel Édgar Yesid Duarte Valero y el intendente Álvaro Moreno. El
sargento Erazo logro sobrevivir a la
muerte. Cuando el sargento Erazo escucho los disparos corrió tratando de salvar
su vida a pesar que las FARC le lanzaron granadas y dispararon. El uniformado
logro esconderse hasta que escucho a la fuerza pública para por fin estar a
salvo.
Según afirmo el Ministro de defensa Juan Carlos Pinzón, los secuestrados murieron con 'tiros de gracia' en la cabeza y uno con disparos por la espalda.
Adicionalmente el ministro afirmo, “Hace 45 días tropas de las Fuerzas Militares adelantaban una operación en el municipio de Solano (Caquetá). Se venían adelantando operaciones en busca de una estructura de Las Farc, Cuando las tropas se acercaron entraron en combate", aseguró Pinzón.
Este sábado, a las
10 de la mañana, las tropas entraron en combate. "Minutos después se entra
al sector y se encuentran cuatro cadáveres, que resultan ser miembros de la
Fuerza Pública que habían sido secuestrados", relató el Ministro.
"Lamentamos
profundamente que hayan sido asesinadas, indefensas, sin posibilidad de
defender su integridad. Fueron vilmente asesinadas con tiros de gracia; había
cadenas en el sitio", dijo Pinzón.
Desde La Tribunacolus
lamentamos el asesinato de los secuestrados y nuestra solidaridad con las
familias de las víctimas. Esto solo demuestra el porqué se debe continuar
buscando acabar con esta organización terrorista por vía de las armas. La
muerte de los secuestrados solo nos muestra que los delincuentes no entienden
sino la ley del gatillo. No se puede tener piedad alguna con un grupo de
personas que secuestran a unas personas que solo hacen su trabajo, y no solo
son privados de su libertad, sino que son asesinados de manera cobarde. Las
Farc no contentos con secuestrarlos, utilizarlos, manipular la opinión pública
con la ayuda de Piedad Córdoba, los devuelven a sus familias en bolsas negras
para que estas vivan un Diciembre negro como consecuencia de los actos de
terror de las Farc. A veces me pregunto cómo pueden existir personas de la vida
política nacional que exijan indultos y condiciones benevolentes para con las
Farc y ELN. Ahora me pregunto; Sera que
Piedad Córdoba y algunos lideres del pais seguirán pidiendo más
beneficios para las FARC? ¿Hasta cuándo habrá personas en Colombia que abogan
por esta organización terrorista?
Las Farc se
denomina el ejercito del pueblo, pero la ironía de esta frase es que el pueblo
es quien se ve afectado por su actuar terrorista. Su política es ajusticiar al
pueblo y por ende el Estado debe someter a las FARC y cualquier organización terrorista
que exista en el país incluyendo a las bandas criminales al absoluto poder de
la ley. Las Farc no buscan beneficiar al pueblo ni pelean por él. Esto es claro,
y actos como la muerte de estos secuestrados es una muestra de ello.
No debe existir
piedad alguna con las FARC y la mano dura debe continuar hasta que caiga el último
terrorista o se rindan finalmente. La rendición de las Farc jamás podrá significar
como lo pretenden algunos otro escenario tipo M-19, en donde de las montanas
pasan a ser alcaldes de ciudades importantes. No. La rendición deberá significar
que dejan las armas para unirse a la vida civil sin derecho a ejercer cargos de
elección popular. Por ahora solo nos queda seguir la lucha y vencer a esta organización
terrorista por la vía de las armas. Es claro que por la vía de las armas se
puede, y se deberá seguir para impedir que actos cobardes como este se repitan.
Cristhian Mancera Mejía
Director
LaTribunacolus