La pasión tricolor traducida
en signo pesos, el fútbol mueve miles de millones de pesos al año y más cuando
entra a jugar un factor llamado patriotismo, el arte de hacer dinero con tres
colores y un balón en su máxima expresión.
La selección Colombia es
todo un fenómeno que mueve masas, quién no se ha reunido con sus amigos, novia
y familiares a ver a Falcao, James, Perea y Yepes, acompañado además de una
cerveza, bien, ese momento, es un momento de tensión, de fervor y euforia, se
ríe, se llora, se sufre, se disfruta y se cantan goles, entonces vienen
abrazos, brindis y demás.
Y es que la afición de los
colombianos no es para menos después de toda la publicidad, el cubrimiento y la
expectativa que generan los medios en torno al combinado nacional, pues un mes
antes del partido ya empiezan a calentar el ambiente hablando sobre la posible
lista de convocados y el rival de turno.
Otro elemento clave es que
cuando estamos insertos en una sociedad como la nuestra que pertenece en su
mayoría a una población urbana, donde la rutina agobia gran parte de nuestras
vidas, el fútbol es un escape a esa realidad, un bálsamo, y para muchos un
oasis en el desierto.
Por otro lado el máximo
patrocinador de la selección Colombia, Bavaria, invierte gran cantidad de
dinero que le genera jugosas ganancias, recordemos que hace algún tiempo esta
firma renovó su contrato por 10 millones de dólares para todas las categorías
de selección.
Así mismo, multinacionales
como Adidas, Telefónica y recientemente Homecenter, son patrocinadores de la
tricolor, sin mencionar el aporte del canal Caracol por los derechos de
transmisión, todo un staff de marcas moviendo millones de un lado para otro.
Además de las ganancias que
genera la asistencia de espectadores al estadio, en este caso el Metropolitano
de Barranquilla, que en esta fecha 3 de eliminatorias registró una taquilla de
2.500 millones de pesos.
A esto se suma la
exoneración de impuestos a la selección en Barranquilla, un ahorrito extra para
que los pobres directivos no gasten la medio bobadita que hay en sus arcas.
De otra parte, en la danza
de millones los mismos patrocinadores tienen su gran cuota de poder, para
recalcar la influencia que ejercen en la selección, recordemos el caso ‘Bolillo’
Gómez, donde representantes de Bavaria, salieron a dar declaraciones para
manifestar su descontento por bochornoso que protagonizó el ex técnico
colombiano, a tal punto que se rumoraba que de no presentar su renuncia la
firma cervecera podría llegar a retirar el patrocinio.
En fin todo un entorno de
dominio, billete e influencias se mueven en torno a la tricolor, un negocio al
que le saben sacar provecho directivos y patrocinadores, y que finalmente la
emotividad del colombiano del común lo alimenta y lo mantiene en un pedestal,
el cuál a pesar de los malos resultados del equipo nacional, lo mantienen vivo
los medios de comunicación.
Ahora se viene el partido contra
Argentina, y la expectativa estará al máximo nivel, no importa el haber cedido
un empate ante Venezuela, ahí estaremos con la casaca amarilla y la botella en
la mano al frente de la tv, esperando la ilusión del Mundial Brasil 2014,
“¡otra ronda por favor!”
Por Geovanny Orjuela
Columnista
LaTribunacolus
Bueno al parecer nos quedamos con las ganas de celebrar. Fatal! El partido fue fatal. Ese es el resumen del compromiso entre Colombia y Argentina. Por lo visto se aleja la ilusion Brasil 2014. Ya se perdieron 4 puntos, los cuales seran decisivos al final de la eliminatoria sino se recuperan.
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