!Por la Revolución de las Ideas!
¿Qué tan cierta será la información que en otros países suelen mostrar los medios acerca de Colombia?, lastimosamente, y para nadie es secreto, que nuestro país se ha visto envuelto en escándalos que dejan mucho que pensar al resto de países, pero es mucho más vergonzante que algunos medios internacionales, con el ánimo de seguir dejando nuestra imagen por el piso o por subir rating hablen y muestren cosas que no son o hablen más de lo que tienen que hablar. Eso de “crea fama y échate a dormir” también tiene un límite y me parece bien que las autoridades colombianas no se queden de manos cruzadas ante hechos que perjudican enormemente nuestro país sin razón de ser. De ninguna manera estamos negando que en Colombia se cometen a diario actos absurdos que en otros países ni pasarían por la mente de las personas, pero eso no le da derecho a nadie a hablar y a inventar lo que no es y menos cuando se trata de un país.
El pasado viernes 23 de abril se emitió por el canal 4 de España el documental “baby sicarios” en un nuevo programa llamado REC, conducido y dirigido por el periodista español Jon Sistiaga y el reconocido reportero David Beriain Amatrain, en dònde se muestra la manera como niños colombianos, más exactamente pereiranos, son contratados como asesinos por encargo por tan solo 50 euros, es decir 125000 pesos aproximadamente. Estos niños son utilizados por mafiosos quienes saben que la ley es inmune para el menor de edad y es por eso que se aprovechan de ellos, los manipulan, los presionan, los someten y de la manera más fría y despiadada se van convirtiendo en los más listos asesinos tan solo por un poco de dinero, pero aun cargados de mucha inocencia, tristeza y dolor. El reportero David Beriain logra recopilar toda esta información introduciéndose en los más humildes barrios de Pereira, una labor nada difícil para un periodista como él quien desde sus inicios en esta labor se ha caracterizado por investigar temas de corrupción. Cubre conflictos armados desde el 2002. Irak, Afganistán, Sudán, Colombia o Pakistán son algunos de los escenarios en los que ha trabajado. Aunque su primera experiencia en zona de guerra tuvo lugar en Afganistán, su verdadero bautismo de fuego fue la invasión de Irak. Allí, con 25 años, cruzó de contrabando las montañas del norte de Irak en el doble fondo de un camión para poder cubrir la guerra. En marzo del 2008 se convirtió en uno de los pocos reporteros que conseguía entrar con una cámara de vídeo en los campamentos de las FARC. Su serie de reportajes 'Diez días con las FARC' abrió una ventana exclusiva al mundo clandestino de la guerrilla colombiana. Y ahora vuelve a la fama gracias a este excelente reportaje que según dicen esta basado en exageraciones y en testimonios falsos, comprados y manipulados.
Luego de la emisión del documental y de que en España el terror colombiano se halla hecho más fuerte, en Colombia periodistas especializados, medios, políticos y personas del común, luego de realizar un estudio exhaustivo de la investigación concluyeron que no todo lo que se vio en el país vasco fue real. Según periódicos y canales colombianos el canal, el programa y los periodistas españoles cometieron un grave error al hablar de una problemática que no es del todo veraz sobre todo porque los testimonios de los niños que hablaron habían sido pagados con promesas de trabajo en el exterior y lo peor que ninguno de ellos es o ha sido un sicario, simplemente bajo falsas remuneraciones magnificaron sus relatos agregando situaciones en las que nunca han participado para poner el amarillismo y sensacionalismo con el que el periodista quiere ponerle sello a su programa.
Los niños, aunque ingenuos e ignorantes de la dura realidad, sabían que formar parte de esta calumnia les traería problemas, sin embargo fueron engañados por parte del equipo de trabajo quienes persuadieron a los niños bajo la falsedad de que sus testimonios no serian difundidos en Colombia y que esto no afectaría de ninguna manera su integridad.
Según lo anterior todo parece indicar que los medios españoles han incurrido en un gravísimo error violando uno de los derechos mas importantes de los niños al exponer su identidad y exponerlos al riesgo. Lo mas irónico es que la prensa europea hace alarde de su pulcritud, de su veracidad, de su objetividad y de su ética periodística aun sabiendo que tras las puertas cualquier acto corrupto es bienvenido con tal de sacar a la luz pública un trabajo que aunque no impecable si llama mucho la atención y les garantiza unos puntos de más en el raiting. Qué triste que la imagen no sólo de países sino de personas y empresas quede deteriorada por las blasfemias y la basura que inventan los respetables y honorables medios de comunicación extranjeros.
El canal cuatro español, el programa REC, y el periodista Jon Sistiaga han negado rotundamente las informaciones publicadas; en Colombia, medios, periodistas y autoridades declaran que no todo lo que se vio fue real ya que luego de una investigación en la que la periodista Ángela María Villegas, del canal UNE TV, logró hablar con los niños que participaron en el programa se dejó al descubierto que ninguno de estos ha sido un sicario. Después de esto y en tales circunstancias, el gobierno municipal de Pereira solicitó que no sólo se retire la circulación este reportaje, sino que se le dé la oportunidad a la ciudad de mostrarle al mundo la realidad de una ciudad que está creciendo en términos económicos y sociales, en dónde existen manifestaciones de superación y ejemplos de vida que son realmente interesantes.
Por otro lado el gobierno colombiano también ha pedido directamente a Daniel Gabela, director del canal cuatro de España, retirar cuanto antes de la televisión española el documental baby sicarios por considerar que este viola las leyes de protección a menores ya que ambas legislaciones (la española y la colombiana) prohíben tajantemente que se emitan imágenes en las que se puedan identificar a menores víctimas o autores de hechos delictivos.
Muy triste, muy indignante y sobre todo muy extraño que los medios españoles, a los cuales siempre hemos considerado nuestros aliados, se pongan en la tarea de complicarle aun más la vida a un país que lo único por lo que lucha día a día es por salvar la imagen que nunca ha debido perder. Está bien, nadie niega que en Colombia la vida no es color de rosa pero tampoco hay que exagerar. Preocupante que un medio español, con códigos de autorregulación, se esté pasando por alto el respeto integral por la niñez. Claro que en España de niños poco se sabe, a lo mejor tanto estorbo hacen que por eso evitan traerlos al mundo, ¡que pesar! porque sin duda, y aunque suene a lo de siempre, ellos son el futuro.
Por: Diana Marcela Castillo Rodríguez
Columnista
www.latribunacolus.blogspot.com
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