13 may 2010

Colombianos en España: de frente a la crisis









!Por la Revolución de las Ideas!



¿Y ahora qué?. Esa es la pregunta que no sólo los inmigrantes colombianos residentes en España se están haciendo, sino que también es la inquietud de sus familias aquí en Colombia que de alguna u otra manera se han visto beneficiadas por las labores que están ejerciendo sus seres queridos en la madre patria. Sin duda la crisis económica mundial, por la que hemos venido atravesando ya hace algún tiempo, a quienes más golpea es a estos personajes, que buscando oportunidades de progreso entraron a territorios europeos dónde lastimosamente hoy se respira un ambiente de incertidumbre, desesperanza, desequilibrio y desilusión.
Pese a que muchos han perdido sus trabajos y no han encontrado manera alguna de seguir sobreviviendo, una encuesta de la empresa colombiana con sede en España, COLRAICES, manifestó que los colombianos que residen allí no quieren devolverse a su país de origen a pesar de los efectos de la crisis mundial que no promete mejoras por ahora. Sin embargo los inmigrantes colombianos en España manifestaron sentir un fuerte vínculo emocional con su país; pero aun así, un 78 por ciento de los encuestados indicó que por ahora no tiene planes de regresar, y es que es obvio que un colombiano piense y actúe de esta manera ya que si la crisis económica en España esta “gris”, en Colombia no creo que la situación sea mejor, como bien reza el dicho: “si por allá llueve por acá no escampa”.
Mal hecho que los españoles hayan caído en el gravísimo error de querer pagarles a los inmigrantes modestas sumas de dinero para que estos retornaran a Colombia; si tuvieran tres dedos de frente se darían cuenta que gracias a los extranjeros se está frenando drásticamente el envejecimiento poblacional que se vive allí. De por Dios, España envejece. En 2005 las personas mayores de 65 años representaban el 16.8% de la población, se estima que sea del 20% e 2020 y el 35.7% en 2050, obviamente esto sería posible si siguen allí los inmigrantes que se encuentran en un rango menor a los 35 años de edad, lo cual indica que están en la plena etapa productiva tanto económica como sexualmente.

Por otro lado sería injusto que luego de haber dedicado mayoría de su tiempo a trabajar para los españoles estas personas tengan que ser expulsadas de la madre patria y hasta de pronto crear un mal ambiente entre los dos países que siempre han sostenido buenas relaciones. El 64 por ciento de los nacionales tiene más de siete años de residencia y ya están adaptados al medio, por lo cual creen que es mejor seguir trabajando para llegar con más dinero al país en una edad más avanzada.
Con los recursos obtenidos en ese país los inmigrantes colombianos tienen la expectativa, en un 54 por ciento, de crear empresa en Colombia a su regreso, es decir que dejarían de ser empleados para convertirse en patronos, con lo cual se destaca el espíritu emprendedor de esta fuerza laboral. Y es que una cosa sí tenemos claro los colombianos, y en general las personas del mundo entero, y es que la gente colombiana no sólo es “berraca” para trabajar y no dejase morir de hambre, sino que además estamos entrenados para vivir en crisis y salir victoriosos. En la encuesta realizada por la compañía COLRAICES, los consultados estiman que en el nuevo escenario mundial harán lo posible para quedarse, y son conscientes de que en España la fuerza laboral colombiana es muy apetecida, incluso por encima de otras nacionalidades.
¿Y las remesas?
En los últimos cinco años los residentes en España han enviado al país un promedio anual de mil 121 millones de euros. Para nadie es sorpresa que la economía de Colombia se ha incrementado favorablemente gracias a los dineros provenientes del exterior. El promedio por año de las remesas de los colombianos en todo el mundo es de tres mil 500 millones de dólares. No se puede tapar entonces un problema generando otro más grande. En Colombia muchas familias dependen, viven y sobreviven de estas remesas, ¿Qué sería de ellas si esto dejara de ser así?. Por otro lado deberíamos dejar a un lado la xenofobia y mirar el lado positivo del “problema”. Por ejemplo, hay ocasiones en las que esta inmigración resulta favorecida por los gobiernos con el fin de encontrar gente experta en determinados trabajos, como se puede inferir de la composición de la población por edad y sexo en los países petroleros del Golfo Pérsico, dónde abundan los adultos jóvenes, especialmente los hombres, mientras que los niños y la población joven es muy escasa.
Para finalizar, hay que dejar claro que la crisis económica mundial no va a mejorar si se elimina de cierta manera a los inmigrantes y tampoco va a empeorar si se quedan; la solución está en sacar provecho de esa crisis, a veces estás no son tan malas como parecen dicen los expertos en estos temas. Y que no quede la menor duda de que los inmigrantes tienen mayor capacidad para enfrentar estas crisis que quienes no lo son porque conocen los dos mundos. Pueden, por ejemplo, ayudar a internacionalizar sus regiones de origen. He ahí una oportunidad..


por: Diana Marcela Castillo Rodríguez
Columnista
www.latribunacolus.blogspot.com



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