!Por la Revolución de las Ideas!
Los pasos del señor Insulza se extravían en los lóbregos pasillos de la OEA en busca de una tenue luz que le juega a las escondidas mientras zigzaguea entre las penumbras del vasallismo del siglo XXI.
Sus pies no pueden dar pasos firmes porque no le calzan bien sus zapatos. Las hormas hechas en Brasil, con la marca Lula da Silva, difieren la medida entre la derecha y la izquierda. Esto le crea inconvenientes a pesar de que los zapatos tienen fina piel de Cristina y cuero de vacuno Kichneriano, especiales para soportar, sin cansancio, largas y lucrativas jornadas de negociación.
Los herrajes que mas le apetece colocar en sus zapatos provienen de su Chile natal pero últimamente, debido a cambios substanciales en la calidad allí, prefiere ponerles Correa ecuatoriana y, en vez de clavos, Evos bolivianos que se doblan fácilmente ante cualquier emergencia. Los remaches son los que probablemente le perturban la comodidad al dar cada paso. Son los conocidos rema-Chavez, que suenan y resuenan al caminar pero no dejan de imprimirle un inexorable aire decadente.
La suela acaba de ser reforzada con Ortegas nicaragüenses para prolongarle la duración de sus pisadas cuando se meta en cualquiera otra de esas Honduras políticas donde no sabe como moverse. En el talón, para que logre un buen impulso, no podía faltar un ferreo Castro Fidel de contrafuerte, templado a fuego lento en las plataformas comunistas del siglo XX con el yugo de la opresión a la dignidad humana.
Y como el señor Insulza deberá lucir siempre impecable, diariamente se les embetuna con sucres o con bolívares derivados del petroleo venezolano.
La topografía colombiana no le es muy propicia al señor Insulza, quizás por la firmeza democrática del presidente Uribe, quien sabe poner en el asfalto las endebles mediaciones o invalidarlas por insulsas.
O quizás porque la altura diplomática de Bogota le enfrié hasta los dedos de los pies – y de paso le opaca el lustre a sus zapatos -, dificultándole el libre flujo de sus pensamientos y movimientos en la dirección apropiada.
En estos días, con motivo de la campaña electoral colombiana, el señor Insulza, que tenia los pies fríos, por lo cual le tallaban demasiado los zapatos del siglo XXI, se le adormecieron también la lengua y el cerebro y quien sabe que otros órganos menos útiles a su gestión.
Parece que perdió momentáneamente la visión – ojala sea así no mas – porque no ve en las habladurías de Chavez , tampoco en sus burlas contra el candidato Juan Manuel Santos, ninguna intromisión en los asuntos internos de Colombia.
Mucho menos entenderá la amenaza del gorila Chavez al pueblo colombiano votante en las elecciones del 30 de mayo próximo, si es que resultare elegido el candidato Santos, en el sentido de que no habrá mas relaciones con Colombia.
Es una presión enorme a dicho electorado que el señor Insulza, des afortunadamente, no cree necesario considerar porque tiene entumecido hasta el cerebro con la presión que le viene de abajo. Si. De los pies, desde que se puso los zapatos aquellos elaborados en los talleres del vasallismo del siglo XXI.
Columnista
www.latribunacolus.blogspot.com
FAN VANQRO
Sus pies no pueden dar pasos firmes porque no le calzan bien sus zapatos. Las hormas hechas en Brasil, con la marca Lula da Silva, difieren la medida entre la derecha y la izquierda. Esto le crea inconvenientes a pesar de que los zapatos tienen fina piel de Cristina y cuero de vacuno Kichneriano, especiales para soportar, sin cansancio, largas y lucrativas jornadas de negociación.
Los herrajes que mas le apetece colocar en sus zapatos provienen de su Chile natal pero últimamente, debido a cambios substanciales en la calidad allí, prefiere ponerles Correa ecuatoriana y, en vez de clavos, Evos bolivianos que se doblan fácilmente ante cualquier emergencia. Los remaches son los que probablemente le perturban la comodidad al dar cada paso. Son los conocidos rema-Chavez, que suenan y resuenan al caminar pero no dejan de imprimirle un inexorable aire decadente.
La suela acaba de ser reforzada con Ortegas nicaragüenses para prolongarle la duración de sus pisadas cuando se meta en cualquiera otra de esas Honduras políticas donde no sabe como moverse. En el talón, para que logre un buen impulso, no podía faltar un ferreo Castro Fidel de contrafuerte, templado a fuego lento en las plataformas comunistas del siglo XX con el yugo de la opresión a la dignidad humana.
Y como el señor Insulza deberá lucir siempre impecable, diariamente se les embetuna con sucres o con bolívares derivados del petroleo venezolano.
La topografía colombiana no le es muy propicia al señor Insulza, quizás por la firmeza democrática del presidente Uribe, quien sabe poner en el asfalto las endebles mediaciones o invalidarlas por insulsas.
O quizás porque la altura diplomática de Bogota le enfrié hasta los dedos de los pies – y de paso le opaca el lustre a sus zapatos -, dificultándole el libre flujo de sus pensamientos y movimientos en la dirección apropiada.
En estos días, con motivo de la campaña electoral colombiana, el señor Insulza, que tenia los pies fríos, por lo cual le tallaban demasiado los zapatos del siglo XXI, se le adormecieron también la lengua y el cerebro y quien sabe que otros órganos menos útiles a su gestión.
Parece que perdió momentáneamente la visión – ojala sea así no mas – porque no ve en las habladurías de Chavez , tampoco en sus burlas contra el candidato Juan Manuel Santos, ninguna intromisión en los asuntos internos de Colombia.
Mucho menos entenderá la amenaza del gorila Chavez al pueblo colombiano votante en las elecciones del 30 de mayo próximo, si es que resultare elegido el candidato Santos, en el sentido de que no habrá mas relaciones con Colombia.
Es una presión enorme a dicho electorado que el señor Insulza, des afortunadamente, no cree necesario considerar porque tiene entumecido hasta el cerebro con la presión que le viene de abajo. Si. De los pies, desde que se puso los zapatos aquellos elaborados en los talleres del vasallismo del siglo XXI.
Columnista
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FAN VANQRO
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