Después del compromiso con la selección de México en la ciudad de Pereira, varias conclusiones surgen con relación al rendimiento de la selección colombiana de fútbol.
Para empezar, algo que es de conocimiento público, la selección no tiene capacidad de definición ofensiva. Esta situación es bastante preocupante en la medida que tenemos buenos jugadores pero no hemos podido lograr que el equipo logre ser ofensivo y letal a la hora de definir. El comportamiento de los jugadores fue regular, sin distancia, y el tema de la definición como lo mencioné anteriormente fue evidente durante todo el juego.
Esta situación de la falta de definición genera serias dudas, ¿será el sistema, Será la dirigencia, serán los jugadores o el técnico? La respuesta a esta pregunta es que es el cumulo de todas las anteriores que hacen que el equipo no funcione ofensivamente. Por otro lado, otra conclusión es que la dirigencia colombiana del fútbol por no pagar un técnico extranjero de alto nivel, con un sistema nuevo, con renovación, exigiéndole al máximo a los jugadores, que imponga un método que ponga a la selección a jugar mirando al arco y no con los pases laterales de ahora y de siempre sacrifica los sueños de ver a Colombia en el mundial otra vez. Es claro que se contrata un técnico nacional para poder manipularlo, para poder seguir manejando las mismas políticas que han hecho que el fútbol colombiano fracase eliminatoria tras eliminatoria sin alcanzar metas en concreto. Gómez es un ejemplo de un técnico que juega al ritmo de los intereses de los directivos del fútbol colombiano. Gómez es un técnico que cumplió su ciclo, sin embargo es manejable, conoce el sistema sucio del fútbol en Colombia y juega al son de la dirigencia. Un técnico extranjero jamás se prestaría para los manejos corruptos de la dirigencia colombiana del fútbol.
En defensa de Gómez, se debe decir que no creemos que el problema sea él, sino la dirigencia y algunos jugadores que han hecho del fútbol un negocio personal. No es lógico que todos estos técnicos trabajen por fuera del país, sean exitosos por fuera, sean campeones y en Colombia no puedan serlo. ¿Entonces cual será el problema? ¿Será realmente Gómez el problema? ¿Acaso será el sistema?, no lo creo. El sistema ha funcionado en otros países, entonces aunque considero que el ciclo de Gómez concluyo hace rato, Gómez no es el problema. El problema es que ya cumplió un ciclo y por eso es necesario un nuevo técnico, ojala extranjero, un nuevo sistema y una renovación de la dirigencia. Desde hace rato estos dirigentes parecen más bien mafiosos manejando el fútbol sin un criterio serio y con los cuales no hay manera de pelear sino hasta que alguien algún día desde el estado intervenga la fedefutbol y la Dimayor para darle un manejo mas eficaz al fútbol colombiano.
En conclusión, ayer en el Hernán Ramírez Villegas hubo mucho toque toque y de aquello nada, y la verdad ya nos hemos acostumbrado a ver el equipo jugar muy bien, pero sin meterla al fondo de la red. A veces ni siquiera se juega bien y se ve mal parado al seleccionado de fútbol de Colombia. Lo visto en Pereira definitivamente nos deja un sabor agridulce porque se inauguro un hermoso estadio, pero la selección no brillo. Con miras a la copa América habrá que ver qué sucede. Si Colombia mantiene el estilo de juego que mostró ayer ni siquiera hará un buen papel ya que el grupo de la copa América es bien complicado, y por ende, habrá que jugar con corazón y sacrificio, pero sobre todo con definición para realmente aspirar a ganar algo en este certamen continental. La solución de fondo está basada en técnico, jugadores y dirigencia, pero en realidad considero que son los dirigentes quienes deben dar un paso al costado sin que eso implique eximir de responsabilidad al técnico y jugadores.
La Copa América es una prueba de fuego con miras a Brasil 2014, y espero que si Gómez fracasa ya tengan listo el reemplazo para que no tomen decisiones a mitad de la eliminatoria que siempre nos cuesta la clasificación. SI la Copa América resulta ser un éxito habrá que continuar el proceso, y en últimas si se da el fracaso sugiero considerar a Leonel Álvarez como plan B si en últimas no se asume la responsabilidad de contratar un técnico extranjero en caso del fracaso. Pero la realidad es que si hay un fracaso en la Copa América habrá que pensar en un reemplazo de nivel para asumir el reto de la eliminatoria si el objetivo es llegar a Brasil. Por otro lado se necesita más compromiso por parte de los jugadores ya que todo es un equipo, y sin juego colectivo no es posible llegar a ningún lado.
La falta de efectividad quedo clara en Pereira y solo esperamos que no quedemos en el mucho toque toque y de aquello nada, porque entonces es mejor quedarnos en casa y no crear expectativas que jamás se cumplirán por la terquedad, falta de visión de la dirigencia del fútbol en Colombia, y por la falta de intervención del Estado en el control a las entidades que manejan el fútbol. Sin definición no hay que hacer en cualquier deporte y el fútbol no es la excepción.
Cristhian Mancera Mejía
Director
La Tribunacolus
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