El Partido
Conservador quien es el responsable de proponer el proyecto que pretende que la
Constitución proteja la vida desde la concepción hasta la muerte natural, no
han pensado que podría tener mayores consecuencias que la de prohibir la
práctica del aborto, actualmente permitida legalmente por una sentencia de la
Corte Constitucional en los tres casos únicamente.
En algo hemos
estado de acuerdo con Roy Barreras de la U y Luis Carlos Avellaneda del Polo,
en que se deben alertar las múltiple consecuencias que tendría la aprobación de
esta iniciativa. En la ponencia se evidencia que habrá sanciones penales a
quienes recurran a tomar las pastillas anticonceptivas del día después, que
interrumpe el embarazo, tal vez esto no es una decisión que debería tomar la
mujer y no impuesta a través de la norma.
Se le suma a
esto que irián a la cárcel los médicos y científicos que manipulen embriones en
tratamientos de fertilización para mujeres infértiles, entonces en dónde queda
el papel de la mujer, en donde queda la soberanía para decidir sobre su cuerpo?
O en dónde queda la realización personal de muchas familias anhelando tener
hijos?
Es díficil
asumir y ponerse en los zapatos de aquellas mujeres que violan a diario en
nuestro país, y tal vez es paradojico pensar qué hacer en su lugar, es fácil
analizarlo cuando la realidad no nos ha tocado, pero por qué no dejan que sea
la mujer, que es la que TIENE QUE ASUMIR EL ESTIGMA SOCIAL de llevar con una
carga que no ha deseado de tomar la decisión, ella no tomó la decisión de
querer ser violada, al menos el minímo respiro de su libertad sería dejarla
elegir que hacer.
Es fuerte saber
que “Si a una niña adolescente la violan y decide tomarse una pastilla del día
después, podría terminar en la cárcel, al igual que el médico que le haya
recomendado tal tratamiento”, explica el senador Barreras.
La tesis ha
sido controvertida, empezando por las declaraciones de Señor Ordoñez quien
afirmó que muchas empresas farmacéuticas que importan la píldora del día
después están detrás de una demanda que le interpusieron, señor Ordoñez, al
parecer usted jamás ha conocido un caso de violación cercano, tal vez en su barrio
se respira paz, tal vez su familia no le toca, pero tenemos que entender es que
la vulnerabilidad está en todos los espacios del territorio y son los otros los
que enfrentan la problemática no se su burguesía barata.
Los
ordenamientos jurídicos no pueden pretender, bajo el deber de protección de la
vida, consagrar normativamente una negación por el respeto al derecho de
decisión propia de cada ser humano.
La Constitución
Colombiana consagra los principios de respeto y protección de la dignidad
humana, entonces en dónde queda esto? En la basura? Ahora nos prohibieran cómo
y qué hacer con nuestro cuerpo? Y seguir asumiento el estigma social en la
frente.
Creemos que se
debe replantear el derecho al libre desarrollo de la personalidad, a la
aunonomía personal, a la libertad de conciencia y si se viola esto entonces
estarían atropellando la dignidad de cada uno.
La discusión
sobre el aborto seguirá siendo objeto de estudio en el Senado, esperemos que
piensen en la igualdad de oportunidades como para el hombre como para la mujer,
ya que la mujer es quien lleva la carga, es quien sola debe asumir la carga,
ojalá el supuesto estado pensará en plantear acompañamientos, tanto psicológico
y material, a miles de mujeres que hoy sufren el trauma de una violación, queremos
aclarar que no somos proabortista, sólo queremos dejar en discusión el
absurdo de esta tesis versus la
soberanía de decisión sobre el cuerpo de la mujer. En realidad no se puede
coartar el derecho del ciudadano a decidir.
Vivian Ladino
Columnista
LaTribunacolus