A pesar de la popularidad que muestran las encuestas, la gestión de Santos como Presidente de la República deja mucho qué decir en diferentes temas de importancia como lo son la seguridad, educación y la emergencia invernal.
El hecho más importante registrado recientemente es el cambio de Ministro de Defensa y posterior mente el de cúpula militar, con lo que Juan Carlos Pinzón se ocupó de estar al frente de esta cartera tras la renuncia de Rodrigo Rivera, del cual se habían escuchado muchas críticas por parte de la opinión pública y los medios de comunicación.
Teniendo así como claro ejemplo el crecimiento de los actos delictivos de las Bacrim y la incursión de las Farc en poblaciones dejando a su paso muerte y violencia, la sana decisión de Rivera le da al gobierno Santos un respiro que puede a gestar un cambio dentro de esa línea de promesas no cumplidas.
Así pues la percepción de los colombianos en materia de seguridad ha sido el punto de mayor preocupación quedando en entredicho las estrategias del accionar político, gubernamental y militar de la administración del actual presidente.
Para colmo de males la ola invernal que atacó a nuestro país hace poco dejó al descubierto las deficiencias en temas de planeación del gobierno, decenas de muertos, cientos de heridos, miles de damnificados y millones de pesos en pérdidas son el resultado de una tragedia que no supo manejar la actual administración y dejó a su paso más pobreza para un número incontable de colombianos que vieron como años de trabajo y esfuerzo se iban al suelo.
Sin lugar a dudas el Estado no estaba (ni está) en condiciones de atender una emergencia de tal magnitud, un accionar permeable, una reacción tardía y una tragedia que fue vista y vivida por millones de personas.
En cuestión de educación, su intención de volver ésta un negocio lucrativo ha generado un sinnúmero de protestas por parte de estudiantes, que ha convertido las calles de distintas ciudades en un caos, resaltando lo sucedido en el centro de Bogotá; hay que tener en cuenta que precisamente esas reformas son las que tienen en jaque en estos momentos al gobierno de Sebastián Piñera en Chile.
En resumidas cuentas Santos es bueno para las encuestas y malo para gobernar, la unidad nacional no se ve por ningún lado y Colombia se sigue hundiendo en la pobreza.
Por Geovanny Orjuela
Columnista
LaTribunacolus
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