Entre éstos hay cinco contratos para las obras de la Fase III de Transmilenio por un valor de 1.15 billones de pesos.La Contraloría de la Ciudad de Bogotá afirma, “en los dos últimos días de gobierno de la administración del ex alcalde Luis Eduardo Garzón, se firmaron 5.112 contratos, siendo los más voluminosos los suscritos en las últimas 48 horas por el IDU”, realmente si se estuviera en otro país diferente a Colombia, se podría pensar que las cifras son exageradas, pero cuando se llega al caso en Colombia, la pregunta es ¿y por qué no?, si en este país del Sagrado Corazón de Jesús pasan los hechos más insólitos e irrisorios sobre la historia del mismo.
¿5.112contratos firmados en dos días? Pensar que Garzón firmó esta cantidad tan absurda de contratos en un tiempo record, realmente nos pone a pensar en cosas tan simples como: ¿cómo lo hizo?, ¿qué método aplicaría para que le alcanzará el tiempo? Más allá de esta simplicidad está la complejidad del asunto, según el informe de la Contraloría, desde el año 2003, se hallaron varias irregularidades con los contratos de la Fase II, en cuanto a negligencia del IDU en la no aplicación de multas; los cambios de los diseños; los problemas de adquisición de predios y los valores adicionales a los presupuestos iniciales y las deficiencias en 2.671 losas en la fase II.La Contraloría de Bogotá en el año 2008, indico las falencias en la entrega de los diseños definitivos de las obras de la calle 26 y denunció el sobre – avalúo de predios, evidenció faltantes en los productos de estudios y diseños
Las denuncias del contralor Miguel Ángel Moralesrussi, unas horas antes que tuviera que entregar a la contralora general Sandra Morelli las investigaciones de la tercera fase de Transmilenio por los últimos escándalos, se le revirtieron.
Moralesrussi, quien ha estado en el ojo del huracán por estar vinculado con el cartel de la contratación, en la destapada de la olla, afirmó que uno de los problemas con los retrasos de las obras en la calle 26 fue porque la administración de Luis Eduardo Garzón se firmaron los contratos en los dos últimos días de su periodo, ¿por qué a Samuel le han salpicado la responsabilidad de los atrasos en las Obras, si entonces estos hechos confirman que él está adelantando los procesos pactados?
El ex alcalde explicó ante un medio de comunicación que la firma de los contratos se hizo a imagen y semejanza y con todos los requisitos de ley para cumplir las normas “Mi administración estuvo marcada por una urna de cristal que fue observada por toda la sociedad y los ciudadanos”, ¿será que fue tan transparente como dice? ¿Será que tanta honestidad la lleva al Partido Verde?
¿Por qué después de tres años de los supuestos hechos, sale a denunciarlos Moralesrussi hoy? ¿A dónde quiera llegar? ¿Cuál es su propósito?, el alcalde mayor Samuel Moreno declaró que no utilizará el espejo retrovisor. “Nunca he utilizado el espejo retrovisor y no lo voy a hacer en este momento”.
Luis Eduardo Garzón, tiene que responder y dar explicaciones de sus actuaciones, no tiene que evadir el tema con argumentos como: yo no sabía de este tema, hasta ahora me entero, en verdad no hay que jugar con la mentalidad de los Bogotanos, quienes no son estúpidos e ignorantes, ellos entienden lo que está sucediendo, será que con este tipo de posturas es la forma como le aporta al Partido Verde la inteligencia y la sagacidad, en verdad es un tema para replantear, cada vez que dice ante la opinión pública que las cosas se deben hacer honestamente, pero ante semejante acusación queda muy dudosa su reputación.
Estas acusaciones, lo que apuntan es que los problemas de la Fase III de Transmilenio incurre sobre su responsabilidad, por la adjudicación de los contratos que no debieron firmarse, la investigación por el llamado carrusel de la contratación pasará a manos de la Contraloría General de la República, por eso Moralesrussi aseguró que tiene 55.000 folios para entregarles.
Desde la Tribunacolus se seguirá paso a paso el desarrollo de este proceso que hoy en día está afectando a miles de ciudadanos tanto en la movilidad, la salud pública y los avalúos.
Vivian Ladino
Columnista
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