Por fin después de tantos días de incertidumbre se despejo el tema de la elección del fiscal, Juan Manuel Santo postulo una fórmula para destrabar el nudo de la elección del nuevo Fiscal General de la Nación.
El Presidente Juan Manuel Santos, en la autoridad que le compete decidió cambiar a los candidatos que dejó el ex presidente Álvaro Uribe, por los siguientes personajes: el ex Constituyente, ex Ministro de Defensa y ex embajador en Washington Juan Carlos Esguerra; al ex Procurador y ex embajador en los Países Bajos Carlos Gustavo Arrieta, y la ex congresista Vivianne Morales, realmente sin duda alguna tiene una vida pública bastante nutrida y realmente están en la capacidad para ocupar el cargo.
Ante dicha noticia la Corte Suprema no les cayó muy bien la noticia, ya que fue evidente la actitud con que se recibió la nueva terna, y cuando tuvieron plenaria ni siquiera tocaron el tema, antes lo dejaron para empezarlo a discutir el 23 de noviembre, esto nos indica que en medio de las vacaciones judiciales que comienzan a mitad de diciembre, difícilmente tendremos Fiscal General en propiedad en el año 2010.
Algo que queda como consecuencia de dicho proceso fue una profunda división interna, por un lado el voto en blanco, que era el grupo de magistrados que sufrió con los ataques en cada momento del ex presidente Uribe y con la persecución ilegal del DAS, el cual no estaban dispuestos a elegir Fiscal de nombres postulados por el entonces presidente Uribe. Y del otro lado había un grupo de aproximadamente 13 magistrados que no tenían esa prevención y votaban por los candidatos en contienda, antes esta situación no se pudo adelantar nada, y con el paso del tiempo se convirtió el molesto tema de Uribe en una situación fatal, haciendo casi imposible que la misma Corte se pusiera de acuerdo con la elección.
Se tiene que resaltar que ante la nueva terna, los magistrados son lo suficientemente inteligentes para entender que seguir con esta indeterminación significa para el país y sus procesos un suicidio político. Lo único que podemos esperar los colombianos es esperar las primeras discusiones para ver si la nueva terna sirve y se soluciones de forma viable el tema.
El dilema del cambio de terna ha sido un tema complejo en la Casa de Nariño, ya que se rumora que con esto el tema puede convertirse en un tema de rompimiento de relaciones entre el actual presidente de Colombia, Juan Manuel Santos y el ex presidente Uribe. Desde la Tribunacolus podemos decir que Juan Manuel desde un principio entendió el tema del Fiscal y actuó de una manera estratégica, al principio en sus declaraciones siempre afirmó que no tenía intenciones de cambiar la terna, pero en ese momento no destapó sus cartas, y la idea empezó a surgir en el momento que el Magistrado Jaime Arrubla dijera ante la opinión pública que el presidente era el que podía hacerlo, mención que hicimos en un anterior artículo de la Tribunacolus.
Es de esta forma, como Santos en este tiempo se dedicó minuciosamente a buscar nombres que no dieran el mínimo motivo para romper relaciones con Uribe, es así como Santos cuando tuvo claro los nombres llamó al ex presidente, y la respuesta de él fue: cualquiera de los tres sería un gran Fiscal. ¿Realmente Santos ha sido un buen estratega político, ha sabido mover sus fichas?
Hemos comprobado que la terna no es antiuribista, por el contrario, Carlos Arrieta se declara un gran admirador de Uribe, Vivianne Morales hizo parte de la Comisión que el presidente Uribe armó para la reforma política y Juan Carlos Esguerra siempre tuvo una posición independiente frente al uribismo. Aunque el que más le gusta, tanto a Uribe como a Santos, es el ex procurador Carlos Gustavo Arrieta, ya que fue asesor en las respectivas campañas presidenciales, esperemos la novedades que irán surgiendo en el proceso del mismo, como termina todo, afirmar un favorito es demasiado prematuro, el camino es bastante largo.
¿Será que este hecho de cambió de terna demuestra la independencia del Presidente Santos frente al ex presidente Álvaro Uribe o es más bien un juego político de intereses?
Vivian Ladino
Columnista
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