Esta temporada invernal ha dejado una estela de desastres, damnificados y necesidades por suplir en todo el país como consecuencia de la destrucción que las inundaciones han dejado. Regiones enteras están en peligro y muchas han sufrido serias pérdidas por el desbordamiento de los principales ríos del país. La desgracia generada por estos desbordamientos son lamentables, pero lo más lamentable es que durante años se presentan tragedias por ocasión de la temporada invernal, pero nadie hace nada y las regiones siguen eligiendo a los mismos dirigentes que malgastan los recursos ,que son cortoplacistas y nunca hacen obras pensando en contingencias como esta temporada invernal.
El gobierno actuó muy tarde para resolver el tema, y aunque la magnitud de la tragedia es inmensa, la actuación del Gobierno fue tardía, subestimo la gravedad del problema, pero lo peor no es que lo haya subestimado sino que el presidente y los ministros relacionados con este tema de la tragedia siguen de corbata y saco en Bogotá dirigiendo todo a dedo, pero creemos que es hora de ponerse el overol e ir a los lugares más afectados, ponerse las botas por el país y dirigir desde los lugares afectados dando muestras que sienten el dolor del pueblo. Ese dolor, es el dolor de perderlo todo, de no tener casa porque el río se la llevo, de no tener que comer y estar sin esperanzas porque ahora a muchos les toca empezar de ceros. ¿Y dónde está el gobierno? Esta es la pregunta que nos hacemos en la medida que ya es hora de dejar tanto discurso y actuar ya que el verso es muy bonito pero sin acciones carece de cualquier validez.
El presidente, como se diría en el argot popular, debe untarse más de pueblo y sentir el dolor nacional pero no desde una tarima dando discursos, sino yendo a los lugares apoyando al pueblo que lo eligió. Eso es Gobierno y no el verso y verso sin hechos concretos. En defensa del Gobierno se puede decir que este tipo de tragedias son situaciones que se vienen presentando desde que yo tengo uso de razón y ningún gobierno ha hecho nada al respecto, sin embargo ya es hora de actuar fortaleciendo los organismos de socorro para que el país esté listo para atender tragedias de este tipo. Por otro lado es claro que también es un problema de saber elegir a los dirigentes de las regiones que lo único que hacen es ir al congreso a viaticar sin aportar nada a sus regiones más que beneficiarse sin que los problemas de fondo de sus regiones sean solucionados de manera concreta.
El presidente, como se diría en el argot popular, debe untarse más de pueblo y sentir el dolor nacional pero no desde una tarima dando discursos, sino yendo a los lugares apoyando al pueblo que lo eligió. Eso es Gobierno y no el verso y verso sin hechos concretos. En defensa del Gobierno se puede decir que este tipo de tragedias son situaciones que se vienen presentando desde que yo tengo uso de razón y ningún gobierno ha hecho nada al respecto, sin embargo ya es hora de actuar fortaleciendo los organismos de socorro para que el país esté listo para atender tragedias de este tipo. Por otro lado es claro que también es un problema de saber elegir a los dirigentes de las regiones que lo único que hacen es ir al congreso a viaticar sin aportar nada a sus regiones más que beneficiarse sin que los problemas de fondo de sus regiones sean solucionados de manera concreta.
Parte de la revolución de las ideas que promueve este espacio tiene que ver con la idea que los colombianos deben volverse más responsables a la hora de elegir a sus dirigentes para que nosotros como ciudadanos no tengamos que hacer la pregunta: ¿Y dónde está el gobierno? Hay cosas que son obvias y se caen por su propio peso, pero ningún gobierno ni dirigente va aplicar cambios sino somos nosotros los ciudadanos quienes imponemos esos cambios. Esos cambios van desde saber elegir, no elegir a delfines hijos de quien sabe quién que no sienten a Colombia, que no saben que es Gobernar, sus intereses son otros, muy lejos de la realidad nacional, y por ende estas tragedias suceden año tras año porque sencillamente a nadie le importa que personas desfavorecidas pierdan sus casas y con enviar comida, ropa y ayudas creen que ayudan, pero en realidad son paños de agua tibia para un problema que necesita soluciones de fondo.
Las soluciones de fondo son saber elegir a nuestros dirigentes, invertir en infraestructura, en obras efectivas y duraderas, no como las obras de Bogotá que son eternas y mantienen la ciudad en obra eternamente, crear barreras efectivas en las laderas de los ríos más grandes de Colombia para evitar su desbordamiento, proveer viviendas lejos de las laderas de los ríos para que así muchas tragedias no se repitan año tras año. Muchas veces escucho que los pueblos se merecen su suerte debido a que eligen a los políticos equivocados, o sencillamente les parece que la política es un tema aburrido y por ende nunca votan, y como resultado los mismos de siempre se hacen elegir sin que nada pase. Ese es tal vez el mayor problema de Colombia y como consecuencia es que un problema tan reiterativo hoy no tenga solución. Se hace necesario dejar la apatía en política y buscar renovación en nuestra dirigencia desde la base que es una de las banderas de la Tribunacolus, porque es eligiendo lideres nuevos, renovadores que se logra el cambio y no con los mismos de siempre que dirigen el país desde una oficina sin ponerse las botas por el país obligándonos a preguntar; ¿Y dónde está el gobierno? ¿Y dónde está el Hombre en el espejo? Ese hombre en el espejo somos todos nosotros quienes debemos cambiar el país para que en un futuro cercano esa pregunta de donde está el gobierno tenga una respuesta solida con hechos concretos.
Cristhian Mancera Mejía
Director
La Tribunacolus
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