Hace unas horas el Gobierno notificó a través del Ministro del Interior, Germán Vargas Lleras, en que es dramática la situación que se está viviendo en el municipio de Gramalote, Norte de Santander, en donde una falla geológica amenaza con destruir en pocas horas todo el pueblo.
"La orden es evacuar todo el municipio, por fortuna se ha avanzado y quedan muy pocas personas", dijo Vargas Lleras desde Gramalote, a donde llegó para encabezar las labores de atención a cerca de seis mil quinientos personas que debieron abandonar por fuerza mayor sus viviendas e ir a albergues especiales en municipios aledaños.
"Lo que es Gramalote probablemente dejará de existir en muy pocas horas", manifestó el ministro, mientras veía como muchas viviendas se desplomaban ante sus ojos, como si hicieran parte de una columna de dominós.
Vargas Lleras dijo que "el municipio amenaza ruina, en la gran mayoría de las casas están resquebrajadas las paredes, otras ya están sepultadas e, insisto, en uno o dos días seguramente ya no existirá Gramalote". Es una mirada desconsolante ver como la naturaleza se traga literalmente los pueblos, los sueños, la vida de muchos en una cuestión de instantes, trágica es la situación que viven los habitantes de Gramalote.
“De la colina contigua se está viniendo la tierra encima y el movimiento en el piso ha conducido a que las casas se agrieten y vayan cayendo una tras otra". Afirmó el Ministro.
Gramalote está quedando en ruinas, todo empezó con un fuerte movimiento en la tierra, señal que alarmó a todo el pueblo ubicado sobre el Occidente del Departamento de Norte de Santander, se empezaron a agrietar las viviendas, se empezaron a caer las redes eléctricas, ya han transcurrido más de 24 horas y la población ha perdido gran parte de su infraestructura, calles, entidades públicas entro otras estructuras.
La evacuación la realizaron de forma inmediata los organismos de socorro y la fuerza pública, en donde sacaron a todas las personas en vehículos de carga. Ya han evacuado el 90 por ciento de la población, en medio de todo hay muchos que se han resistido a salir, no quieren resignarse a dejarlo y perderlo todo.
El futuro de las personas de este pueblo es incierto, ahora es un pueblo desprotegido, si ayuda necesaria, un pueblo que ha perdida toda esperanza para empezar de nuevo, un pueblo con lágrimas, desesperación e impotencia, ayer era un pueblo tranquilo, de gente amable, unida, ahora la mira del pueblo es una mirada llena de tierra, mañana será un pueblo fantasma que algún día existió.
Sólo queda esperar la ayuda del Gobierno, una ayuda humanitaria, un plan inmediato de reconstrucción y de reubicación a todo el pueblo, que necesita hoy un proyecto que le devuelva la vida, la esperanza, la tranquilidad que han perdido.
Vivian Ladino
Columnista
LaTribunacolus
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